Ha sido muy satisfactorio ver cómo cada lector ofrecía una interpretación de los hechos, cómo cada uno tenía una idea diferente de lo que ocurría en la historia, y especialmente de su inesperado final. Incluso los más escépticos han tenido que reconocer que "nada es lo que parece", y que en cualquier momento las cosas pueden sufrir "una vuelta de tuerca".
La lectura de esta novela ha sido un preámbulo perfecto para esta semana llena de calabazas, calaveras, espíritus vivientes e historias de miedo.
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